El miedo al cambio
El miedo al cambio es una de los principales manifestaciones del miedo como emoción.
La pregunta a la que me gustaría responder es; ¿Por qué tenemos tanto miedo al cambio en nuestra vida?
La pregunta a la que me gustaría responder es; ¿Por qué tenemos tanto miedo al cambio en nuestra vida?
La clave está en que cambiar significa salir de nuestra zona
de confort. Denominamos como zona de confort aquella área de nuestra vida en la
que nos sentimos cómodos, que conocemos y donde nos da la sensación que de
alguna forma controlamos. Sin embargo, comodidad no siempre es sinónimo de
bienestar. Muchos de nosotros vivimos esta zona de confort como una zona de
seguridad, en la que no estamos mal, pero en la que tampoco acabamos de
sentirnos plenamente satisfechos.
Cambiar significa dejar lo conocido, por algo desconocido,
término que por definición, significa que no tenemos conocimiento de ello, y en
consecuencia tampoco sabemos si será mejor o peor que nuestra situación actual.
Asimismo, en un gran número de ocasiones relacionamos cambiar con la
posibilidad de perder aquello que ya hemos conseguido hasta el momento. De esta
forma aparecen preguntas del tipo; “Y si
cambio y es peor de lo que tengo ahora?”, “Y si cambiar significa poner en
riesgo aquello que ya tengo?”. Preguntas limitadoras, que favorecen la
aparición del miedo en nuestro interior.
Os pondré un ejemplo de un cliente que tuve hace un tiempo en terapia,
en el que se refleja esta dicotomía entre conservar lo que uno tiene (aunque no
sea aquello que se desea), o bien cambiar. (Por motivos de confidencialidad se
ha modificado la información personal del cliente.)
Luís tiene 42 años y lleva trabajando como arquitecto en una
empresa desde hace 15 años. Es un profesional reputado, y tiene un nivel salarial
elevado, sin embargo siente que en los dos últimos años la insatisfacción en su
puesto de trabajo ha ido en aumento. Un día, de forma casual, en su tiempo
libre, empieza a practicar la jardinería. Una actividad que siempre le había
atraído, y que en su momento había querido estudiar, pero que por presiones
familiares no pudo. A medida que pasan los meses, Luís retoma el gusto por la
jardinería, se apunta a cursos de fin de semana y empieza a plantearse la
posibilidad de dejar su trabajo, y empezar una nueva actividad empresarial en
el sector de la jardinería. A medida que pasan los días, Luís se siente cada
vez más insatisfecho en su trabajo, incluso empieza a somatizar este malestar a
través de insomnio y síntomas de
ansiedad.
Luís empieza a vivir un conflicto interno; donde se debate
una parte más instintiva, y a la vez más genuina, que le incita a realizar un cambio
profesional, y otra más mental, que constantemente futuriza sobre los posibles
peligros que comportaría dejar su trabajo actual. De esta forma surge en Luís
el miedo al cambio. Me comenta que su miedo principal estriba en adentrarse en
un sector empresarial desconocido para él hasta ese momento, así como el miedo a
perder el estatus social y económico que había conseguido en sus últimos años
como arquitecto. Se despiertan en él multitud de preguntas catastrofistas del
tipo ¿y si….?, que le inmovilizan y
hacen que la tensión en su interior vaya en aumento.
Os preguntaréis como acabó la historia. Como terapeuta estuve
guiando a Luís en su proceso de decisión, aunque tenía claro el cambio,
multitud de miedos le impedían realizarlo; tenía miedo a su futuro económico, a
la opinión del resto de personas, a perder su estatus social… Con la terapia Luís fue capaz de tomar
conciencia de sus miedos, así como también darse cuenta de su gran dificultad
para tomar una decisión. Finalmente un hecho lo cambió todo; una noche sufrió
una crisis de ansiedad que le llevó a urgencias. A partir de ese momento su
percepción de la situación cambió radicalmente. Únicamente deciros que al cabo
de dos meses dejó el trabajo y empezó su proyecto empresarial en el sector de
la jardinería. Hace un año que acabamos la terapia con Luís, cuando lo dejamos
él estaba empezando en su nuevo negocio. Hace unas semanas me pidió hacer un
par de sesiones, en las cuales me comentó que aunque tuvo unos primeros meses
duros, actualmente su negocio va bien. Me dijo que se encuentra muy satisfecho
con su trabajo actual y que ojalá hubiese tomado la decisión antes.
Si sientes que el miedo es un obstáculo para conseguir aquello que deseas, te puedo ayudar. LLámame o WhatsApp a 645 368 714 o escribe a lesbcn13@gmail.com
Para mí el ejemplo de Luís refleja perfectamente este miedo al cambio, tan común en nuestra sociedad. A raíz de este caso, quizás la pregunta a responder sería ¿por qué hemos de llegar hasta situaciones tan extremas para realizar cambios en nuestra vida?.
En mi opinión la respuesta se encuentra en que no estamos acostumbrados
a tomar decisiones, así como a responsabilizarnos de ellas, de hecho no se nos
educa para ello. Desde pequeños nuestro entorno social y educativo condiciona
nuestro pensamiento; no se nos incentiva
a pensar por nosotros mismos, sino más bien a seguir un modelo colectivo y
social determinado. De esta forma construimos nuestra vida, más movidos por el
miedo a obedecer las exigencias externas, es decir cumplir con aquello que supuestamente
debemos hacer, que a confiar en nosotros mismos y dejarnos ser. Desde estas
máscaras creamos una zona de confort, en la que sentirnos a salvo, con el fin
de salvaguardarnos al máximo de la incertidumbre que nos genera el futuro, y
para así también poder ejercer el máximo control sobre nuestras vidas.
Desde estos condicionamientos, se genera en nosotros una gran
inseguridad y un bajo nivel de autoconfianza. De esta inseguridad deriva
nuestro miedo a perder aquello que hemos conseguido hasta el momento (ya sea un
trabajo, un estatus social, una pareja…), pues eso supondría para nosotros un
gran dolor, pues en cierta forma significaría perder parte de nuestra
identidad, perder aquello que nos define, y eso aterroriza a nuestro ego. Sentimos miedo ante los cambios, pues nadie
nos asegura que el cambio nos dejará en una posición mejor de la que estamos
ahora; en definitiva no nos gusta sentir la inseguridad en nuestra vida.
Esta inseguridad que sentimos ante la vida, no deja de ser
más que la inseguridad que sentimos hacía nosotros mismos, derivada de nuestra
falta de confianza. Ante esta situación de inseguridad personal, donde uno se
encuentra limitado por el miedo a emprender acciones que le lleven al cambio, el
miedo únicamente puede ser vencido cuando el nivel de sufrimiento es superior
al miedo al cambio. En el caso de Luís, el sufrimiento vivido durante su crisis de ansiedad, fue superior a su miedo a cambiar su situación laboral. A partir
de ese momento Luís fue capaz de realizar el cambio profesional que tanto
anhelaba. Ante este nuevo paradigma, aparece un cambio de mentalidad en el que uno ya no se pregunta; “¿Cómo puedo saber si el cambio me traerá algo mejor”, sino que uno se dice a si mismo; “en esta situación no puedo seguir” . Esta nueva perspectiva es la que facilita el cambio.
Las crisis y las situaciones extremas, aunque duras, nos
conectan con el presente, nos obligan a transitar por aquello que tanto nos
duele, generando en nosotros un nivel
elevado de sufrimiento. Una vez transitamos el dolor, pensamos que aquello que
venga, aunque desconocido y generador de miedo, no será tan malo como el
sufrimiento por el que hemos pasado. Desde este nuevo punto de vista, también
podemos tomar conciencia de otro aspecto importante, y es el de darnos cuenta que la zona
de confort en la que nos habíamos posicionado durante años, no era ni tan
segura ni tan controlable como siempre habíamos creído. Esta experiencia nos
enseña que limitarnos a nuestra zona de control nos priva de experimentar y
aprender sobre nosotros mismos, en definitiva de crecer como personas.
Debemos pues dejar de juzgar al sufrimiento como algo negativo, pues aunque a nadie nos gusta sufrir, a veces es la única vía para facilitar el cambio en nuestras vidas. Del sufrimiento pueden surgir grandes aprendizajes.
Leslie Beebe
Comentarios